La medicina oficial ha creado muchos mitos, uno de ellos, el del colesterol y su riesgo futuro de arteriosclerosis e infarto. Estudios estadísticos de la elite médica mundial han sesgado múltiples muestras clínicas, dejando de lado trabajos de alta calidad científica para llegar a conclusiones con clara conveniencia económica para los laboratorios vinculados al tema.
Esto no es nuevo, lamentablemente es una política habitual de los centros de poder entre ellos en la medicina.
Pero este no es el primero ni el único. Hay muchos otros mitos que el poder va introduciendo en la medicina y que a través de la formación académica en los ámbitos universitarios se van convirtiendo en verdades absolutas.
Volviendo al mito del colesterol, su valor no es predictivo en general de la salud futura de la persona. Las estadísticas univariadas, es decir donde consideran una sola variable pueden sesgar notoriamente los resultados frente a las multivariadas donde se toma conocimiento de la complejidad del problema y las dificultades para obtener conclusiones claras.
Ni el denominado colesterol malo (LDL), ni el bueno (HDL), ni su relación considerada de riesgo aterogénico (HDL/LDL), representan datos concluyentes para obligar a la población a dietas restrictivas y aún someterse a drogas con frecuentes severos efectos metabólicos secundarios.
Uno de los autores mas calificados al respecto el Dr. Uffe Ravnskov con una seria formación, trayectoria médica e investigación científica independiente, expone la situación con datos concluyentes, poniendo en evidencia los manejos de la industria farmacéutica y su injerencia económica directa en este aspecto de la medicina y la salud pública.
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